lunes, 9 de agosto de 2010

PAULO FREIRE Y LA PEDAGOGÌA DE LA PREGUNTA



PAULO FREIRE
Nació en 1921 en Recif (Brasil).
Pedagogo Brasileño
Lic. en Derecho
Se dedica a alfabetizar a adultos.
Inventa método de alfabetización
Milita el partido del trabajo
Encarcelado y exiliado despuès del golpe de Estado de 1964.
Se retira a Chile , donde desarrolla su teorìa y praxis.
Nombrado experto de la UNESCO
Profesor de la Universidad de Harvard.
Asesor de países de África recién librados de la colonización europea.
Colaborador en programas de educación (Angola y Guinea)
1980 regresa a Brasil del exilio.
Pedagogía política encaminada a la organización y participación de los oprimidos en la toma de poder.
1984, nombrado Secretario de Cultura del Partido del Trabajo en el Municipio de Sao Paulo.
1980-1992, pone su mayor empeño en la lucha por una escuela pública y de calidad para todos.
1992, da clases en la Universidad de Sao Paulo, cursos y conferencias por todo el mundo.
1997, fallece.

Pedagogía de la pregunta.
“Vincular la vida cotidiana con el acto educativo, hacer dialéctica la realción entre texto y contexto”. Busca el compromiso de los hombres con el conocimiento y con la transformación de su sociedad.

CARACTERISTICA

Su eje educativo gira en torno al concepto, generando una dinámica falsa entre concepto-realidad-concepto, en la cual lo único que interesa es el concepto (conocimiento) y no la transformación de la realidad.

PERFIL DE DESEMPEÑO EN LA MICROENSEÑANZA, SEGÚN ESTA PEDAGOGÍA

El profesor debe cuestionar su desempeño docente.
El profesor debe cuestionar a sus alumnos
El profesor debe estar abierto a la crítica de los alumnos.
El profesor debe asumir las dudas, la curiosidad, la pasividad y la falta de interés del estudiante como desafíos.
Su dinámica entre el proceso dialéctico, entre cotidianidad concepto-cotidianidad.
Comportamiento cotidiano.
Es acrítico
Ausencia de reflexión.



IDEOLOGÍA DOMINANTE


Se constituye en la cotidianidad, en un proceso social que busca asegurar la obediencia.
Genera la conformidad social a través de mecanismos no coercitivos.

La tarea asignada a la ideología dominante en el salón de clases es:
Obscurecer la realidad
Evitar la percepción crítica
Obstaculizar la lectura crítica de la cotidianeidad

La lectura crítica de la cotidianidad = tarea contraideológica
Es una ruptura que busca articular una nueva concepción del mundo.

LOS PROFESORES SOMOS:

Políticos y profesionales
Actitud crítica y coherente
Partir de lo cotidiano- de sus acciones
Tarea convencer al educando de nuestra verdad
Desafiar al estudiante-desafiándose a sí mismo, para comprobar su verdad.

Autoridad-moldea-libertad
Si la autoridad del docente negara la libertad del estudiante
Autoridad necesita vigilancia de la libertad y la libertad exige la presencia de la autoridad
Libertad y autoridad se vuelven antagónicas entonces: libertad-libertinaje y autoridad-autoritarismo.
CULTURA DEL SILENCIO Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Pedagogía de la respuesta
-El aula debe constituirse en el espacio ideal para la reflexión crítica.
UTOPIA

Posibilidad de trascender el mañana sin caer en idealismos ingenuos
El educador progresista es aquél que no se considera nunca el dueño del conocimiento, solamente el conocedor de una temática, de un objeto de estudio que es necesario desopacar desde la cotidianidad del educando.
SABER POPULAR Y CONCIENCIA CRÍTICA
El educador progresista es aquel que no se considera nunca el dueño del conocimiento, sólo el conocedor de una temática, de un objeto de estudio que es necesario desopacar desde la cotidianidad del educando.
Su tarea debe ser la de posibilitar la creación de un conocimiento transformador de la realidad, “iluminando” con el saber crítico la cotidianidad del educando
CITA:
Pedagogía del Oprimido; PAULO FREIRE, ED. SIGLO XXI NUEVO

sábado, 31 de julio de 2010

LA JOVEN REPÚBLICA Y LAS PRIMERAS INQUIETUDES EDUCATIVAS

En los primeros años de vida independiente se distinguen por sus inquietudes educativas Lorenzo de Zavala, José María Luis Mora, Valentín Gómez Farías y el conservador Lucas Alamán. Estos pensadores a pesar de sus divergencias ideológicas y concepción de la forma de gobierno que debería adoptar nuestro país, coincidían en que la instrucción era uno de los más poderosos medios de prosperidad por tanto, la educación no debería concretarse a enseñar a leer y escribir, sino que se hacía necesario dotar a las ciudadanos de una formación moral y política acorde al sistema de gobierno que adoptara nuestra nación. Así pues, es inconcluso que el sistema de gobierno debe estar en absoluta conformidad con los principios de la educación. (Vázquez 1979: 30).

Es a partir de 1833, que Valentín Gómez Farías llega interinamente a la presidencia de la república, cuando el grupo liberal va a imponer su proyecto educativo concentrado en resolver tres graves problemas para la época: primero someter al clero y evitar su injerencia en los asuntos de gobierno; segundo, disolver el ejército conservador y sustituirlo por una Guardia Nacional, y tercero, implantar una reforma educativa.
Podemos considerar que este intento de reforma, aún con sus limitaciones en cuanto a sus alcances, significó el primer intento serio, de darle a la educación la responsabilidad de formar ciudadanos con una ideología que respondiera al sistema político nacional.
La Educación, para su mejor administración, sería dirigida por una Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y Territorios Federales y los estados se encargarían de controlar la educación en sus jurisdicciones respectivas quienes delegarían su responsabilidad a los municipios.


Este periodo inmediato a la Independencia, pretende que la educación forme ciudadanos aptos para el ejercicio de la democracia, la defensa del territorio nacional y se fortalezcan los sentimientos nacionalista. Se descubre que se hace necesario que las escuelas incluyan el llamado Catecismo Político y nociones de historia patria; así mismo, encontramos que en este periodo le dan al país un símbolo: la Bandera, que nos identifique y en consecuencia nos distinga de las demás naciones y al final se agrega el Himno Nacional como fortalecimiento del sentimiento patrio. La nación buscaba una identidad, la educación sería la encargada de acentuarla, transmitirla y perpetuarla.

viernes, 30 de julio de 2010

La esencia del hombre: humanismo y solidaridad

Ante los problemas propone Pablo Latapí construir la tolerancia; colocar al prójimo como fundamento de toda obligación moral; rebelarse ante la injusticia; ser fieles, solidarios, compasivos, justos, equitativos, generosos, y llenos de esperanza. Invita a la empatía con el otro; a la promoción de un modelo de pensamiento multidimensional, que enfrente al hombre unidimensional que genera las sociedades altamente tecnificadas como lo planteó Marcuse en la década de los 60; también a la reflexión crítica y honesta; a la tolerancia política; al disfrute de la cultura; al respeto del medio ambiente; a la convivencia armónica; a la confianza recíproca; y a luchar por la igualdad y la dignidad.


Ante esta perspectiva, nos convoca a lo largo de sus escritos que reflejan su pensamiento humanista, a experimentar asombros y esperanzas; a abrirnos a nuevos conocimientos; a ahondar en la conciencia de lo que somos y podemos ser. La esencia o naturaleza del hombre lo lleva a crear un mundo más amable, más seguro, estimulante, generoso y justo en el que pueda darse el encuentro con los demás en relación de confianza y de respeto, y en el que se construyan con entusiasmo los destinos personales y un proyecto de nación convincente y solidario.

Su obra, reflejo de su ser, es no sólo profundamente cristiana, donde el cristianismo es leído desde la lógica de la gracia (entendido como gozo), del compromiso con el otro y con el otro. Llama la atención la profundidad de sus análisis, su compasión por los menos desfavorecidos, la esperanza en una mañana mejor, y su fe en los demás. José Luis Ramírez Romero, profesor-investigador de tiempo completo de la Universidad de Sonora, en una reseña que navega en una página de Internet sobre la obra del doctor Latapí, resalta los siguientes puntos:
Con prosa ligera y agradable, pero con ideas profundas y provocadoras... nos sensibiliza, conmueve, convence, e incita a actuar y a construir un México, una Latinoamérica, un mundo mejor [...] Latapí es alguien que cuestiona, problematiza, incomoda. Es un inconforme y alguien que invita a la reflexión, al diálogo, al abandono de posiciones dogmáticas. Es un soñador que convoca a la generación e impulso de nuevas utopías no sólo posibles y variables sino urgentemente necesarias en un mundo que saturado de globalización, neoliberalismo, y realismo, se ha olvidado de soñar, de imaginar, y de construir un escenario distinto más justo, más humano, más fraterno.


Leer a Pablo Latapí le llena uno de indignación y rebeldía por la forma nítida y clara de cómo te presenta e interpreta la realidad, leerlo le recuerda a uno las ganas de ser bueno y con la sensación de que sí se puede y se debe, intentar cambiar, no sólo el entorno sino también uno mismo. ¡Te invito a leer la obra del doctor Pablo Latapí Sarre!

miércoles, 30 de junio de 2010

LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Una de las técnicas más populares que logró desarrollar de Bono, fue aquella que creó a principios de la década del ochenta, y a la cual denominó “Seis sombreros para pensar”. Esta metodología, se trata de un sistema de trabajo para desarrollar el pensamiento lateral, el cual desafía a las personas a despegarse de su pensamiento habitual.
Los seis sombreros representan seis modos de pensar, pero se deben concebir como una simple dirección para enfocar el pensamiento, antes que como una etiqueta fija para pensar, lo cual significa que los sombreros se utilizan proactivamente, antes que reactivamente.
El método promueve que las personas desarrollen más de un solución para un determinado problema (entendiendo “problema” no como algo negativo sino como un desafío).
Para lograr esto, como bien dice Bono, será necesario "separar el ego del desempeño", pues todos pueden ser capaces de realizar una buena exploración sin necesidad de herir sus egos, aunque para ello primero deben animarse a pensar de otro forma y a utilizar los sombreros.
Por eso, se debe entender que el sistema de los seis sombreros está más compenetrado en mejorar el desempeño antes que en defender el ego. Todo el mundo pude contribuir debajo de cualquier sombrero, aunque en un principio la mayoría se vea reacia a modificar sus patrones de pensamiento y a animarse a aceptar los contrarios.
Como señalamos, la cuestión clave para entender esto, es que un sombrero es una dirección de pensamiento, antes que una etiqueta para pensar. Existen tres puntos claves para comprender mejor que es lo que busca el sistema de los “Seis sombreros para pensar”:

1.Incentivar el pensamiento paralelo
2.Incentivar la comprensión del espectro completo sobre lo que se piensa
3.Separar el ego del desempeño

Empezando a probarse los seis sombreros.
Existen seis sombreros imaginarios, y el pensador puede ponerse o quitarse cualquiera de los mismos para indicar que tipo de pensamiento será utilizado. Este acto de poner y quitarse los sombreros es esencial, y uno de sus fines es tratar de romper las barreras de etiquetamiento de los individuos, pues los sombreros nunca se deben utilizar para clasificar a las personas, aunque muchos se tienten a hacerlo. Cuando el ejercicio se realiza en grupo, todos deben llevar el mismo sombrero al mismo tiempo.

Pensando bajo el sombrero blanco
Bajo este sombrero, se deben focalizar atentamente los hechos, las figuras, las necesidades de información y los espacios. Cuando se necesite algún sombrero blanco para pensar cierto punto, se estará diciendo que se frene con los argumentos y las propuestas, y se empiecen a mirar los hechos reales.

Pensando bajo el sombrero rojo
Bajo este sombrero, se deben focalizar los sentimientos y las emociones. Un sombrero rojo permite que el pensador le de importancia a una determinada intuición, sin ninguna necesidad de justificarla. Cuando se necesite algún sombrero rojo, se estará diciendo que los sentimientos y la intuición parecen ser claves para este tema, si es que tienen una base lógica. Generalmente, el sentimiento es muy genuino, pero la lógica es falsa. El sombrero rojo otorga todo el permiso necesario para que un pensador pueda anteponer sus sentimientos para enfrente el desafío propuesto.

Pensando bajo el sombrero negro
Bajo este sombrero, se deben focalizar los juicios, razonamientos y cuidados. Se trata de un sombrero muy importante, aunque eso no quiera decir que sea un sombrero especialmente inferior o negativo. El sombrero negro se utiliza para indicar por qué una sugerencia no se puede aplicar a la realidad, a causa de un determinado contexto, experiencia, sistema de uso, o política que se sigue. El sombrero negro siempre debe ser lógico.

Pensando bajo el sombrero amarillo
Bajo este sombrero, se deben focalizar los aspectos lógicos y positivos, es decir las razones por las que algo debería funcionar ofrecer beneficios. El mismo puede ser utilizado para esperar con ansias y optimismo los resultados de alguna proposición, así como también para encontrar algo valioso o por lo menos rescatable en otra persona u otra situación.

Pensando bajo el sombrero verde
Bajo este sombrero, se deben focalizar los aspectos creativos, alternativos, arriesgados, interesantes, las provocaciones y los cambios.

Pensando bajo el sombrero azul
Bajo este sombrero, se deben focalizar la visión y repaso general del asunto, por lo que se podría decir que es el sombrero que controla el proceso. Cuando se habla de controles, no se habla de personas, sino de ideas y procesos. Al ponerse un sombrero azul, podría, por ejemplo, sentir que ha descuidado utilizar el sombrero negro. Específicamente, el sombrero azul se concentra en los procesos de meta- cognición y desarrollo.

PENSAMIENTO LATERAL

El Doctor Edward de Bono, considerado como uno de los “gurues” de la creatividad, señaló alguna vez que lo más interesante para sus trabajos, fue ver como se desarrollaba aquel tipo de pensamiento que las computadoras no podían hacer, es decir el de la creatividad y la percepción. Este tipo de pensamiento, también denominado “pensamiento lateral”, hace referencia justamente al hecho de moverse del lugar en donde habitualmente nos paramos al enfrentar un problema, con el fin de encontrar diferentes puntos de vistas, percepciones, y conceptos para abordar este problema.
El término “pensamiento lateral” cubre en rigor una gran variedad de metodologías para concebir el desafío de pensar de una forma distinta a la usual, incluyendo ciertas provocaciones que podrían sacarnos de nuestros estándares de pensamiento.
Así, es posible cruzar nocivas barreras muchas veces auto-impuestas, logrando desarrollar un sistema de autoorganización, en donde la propia percepción juega un papel clave.
Un ejemplo de un pensamiento lateral, podría ser este:

Un presidente A no logra convencer a un presidente B de firmar cierto acuerdo, aunque es evidente que el B está interesado en llegar a un arreglo. Luego de que el A le haga una gran cantidad de proposiciones, teniendo siempre una respuesta negativa, se frena y en vez de hacer un nuevo pequeño cambio a sus proposiciones, hace otro más radical: le pide al presidente B que se encargue, él mismo, de convencerlo sobre firmar el contrato.
¡De esta forma, el presidente A, en vez de devanarse los sesos por conformar al B, le confirió esa responsabilidad al B, y ahora será este el encargado de satisfacer a A!
El término "pensamiento lateral", puede ser utilizado en dos sentidos: En primer lugar, se puede utilizar en un sentido específico, lo cual hacer referencia a un conjunto de técnicas sistemáticas que se utilizan para cambiar conceptos y percepciones, siempre en la búsqueda de generar nuevos.
En segundo término, se puede utilizar en un sentido general, mediante la exploración de múltiples posibilidades y enfoques, en vez de seguir uno sólo, que suele ser el más habitual.

domingo, 31 de enero de 2010

HABILIDADES DOCENTES

HABILIDADES DEL MAESTRO

Pensemos por un momento en toda la formación que hemos recibido a lo largo de nuestra vida; ¿qué experiencias son las primeras que recordamos? Seguro que aquellas en las que lo hemos pasado bien, nos hemos entretenido y sobre todo hemos aprendido, ¿no es así? Gran parte de que esta experiencia haya sido positiva y sea recordada con agrado es “culpa” del formador. Es su responsabilidad enseñar y hacer del aprendizaje una experiencia memorable. Las cualidades que un formador tenga y sepa poner en práctica son, por lo tanto determinantes para que una sesión presencial tenga éxito.
Entonces:
¿cuáles son estas cualidades que recordamos de nuestros mejores profesores?
Algunas podrían ser:
· Sentirle cercano (Habilidades sociales y de comunicación).
· Entender lo que dice y cómo lo dice (Habilidades de comunicación).
· Percibir que “sabe mucho” (Conocimientos en la materia).
· Percibir que el curso está organizado y que existe una planificación (Capacidades de organización y gestión).
· Sentirse interesado por los contenidos (Capacidades para centrar el interés de los alumnos).
· Notar que se aprende y se progresa.

En este debate sobre habilidades veremos las habilidades docentes centradas en:
·
La comunicación con el grupo.
· El manejo de medios y técnicas
· El manejo de situaciones difíciles o conflictivas

TEORIA CONSTRUCTIVISTA

TEORIA CONSTRUCTIVISTA

CONCEPTO DE ENSEÑANZA.- El concepto de la teoría constructivista es enseñar a plantear problemas, es proveer la discusión sobre problemas planteados, coordinar diferentes puntos de vista, alentar la formulación de conceptualizaciones.
METAS Y OBJETIVOS DE LA EDUCACION.- Las metas y objetivos de la educación deben favorecer y potenciar el desarrollo general del alumno, así de esta manera formar hombres que sean capaces de crear cosas nuevas, que sean creativos, inventivos y descubridores.
CONCEPTO DE ALUMNOS.- El alumno es un constructor activo y reconstructor, posee nivel de desarrollo cognitivo, una adquisición de confianza y con ello logra un aprendizaje con comprensión de manera que confronta puntos de vista.